Arquitecto y monje benedictino mexicano, dedicado principalmente al diseño, renovación, adaptación o recuperación de arquitectura religiosa.
Era 1983 cuando el padre Francisco Cipriani, titular de la parroquia Nuestra Señora Aparecida del Brasil le contó a Fray Gabriel su idea y necesidad de cubrir 600 metros de ventanales.
Después de muchas pláticas e ideas llegaron a la brillante conclusión de contar la historia de la evangelización en América Latina mediante vitrales, creando un ambiente con diferentes tonalidades y sensaciones.
Cada vitral tiene tonalidades, colores y signos especiales, cuidadosamente pensados para que en conjunto hagan una sola pieza, y no luzcan independiente uno de otro, sino que proyecten una vista única, sinfónica, de la evangelización, desde la Cruz redentora hasta la Trinidad; como la Cruz que se extiende por el mundo entero.
Así, cada persona que entre al templo puede contemplar la magnificencia del desarrollo, crecimiento y expansión de la fe a lo largo de 500 años en Latinoamérica.
En los vitrales, destacan dos eventos sin los cuales no podemos concebir nuestra historia como católicos; el Acontecimiento Guadalupano y el Sínodo de los Obispos de Aparecida.
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